Un año más... "La Hora del Planeta", (Earth Hour). Y no es un programa de televisión. Este sábado 28 de marzo, de 20.30 a 21.30 (hora local), más de 2.000 ciudades de 80 países mostrarán así su lucha contra el cambio climático, al unirse a la iniciativa mundial de WWF y apagando las luces de sus edificios más característicos.
"Será una clara llamada de atención a los gobiernos, para que asuman su responsabilidad y tomen las decisiones necesarias para defender el futuro del planeta", sostiene WWF/Adena. Y es que el próximo mes de diciembre se reunirán los líderes mundiales, en Copenhage, para lograr un nuevo tratado que continue el (malogrado) Protocolo de Kioto y control de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Coliseo de Roma, Times Square en Nueva York, el Cristo Redentor de Río, la Torre Eiffel, la Table Mountain de Ciudad del Cabo, la Ópera de Sydney, dejarán de brillar por una hora. En España, se apagarán la Cibeles, la Puerta de Alcalá y Correos, en Madrid; la Torre Agbar de Barcelona, la Alhambra de Granada y el museo Guggenheim de Bilbao, informan agencias.
En España también empresas como Coca Cola, BBVA, Caja Navarra, NH Hoteles, Inditex, Vodafone, Vitrubio-Leo Burnett, entre otras, apagarán sus edificios más significativos.
La eficiencia energética es la herramienta más directa de lucha contra el cambio climático. Numerosas empresas enarbolan esta bandera, donde destaca UNION FENOSA, pionera desde hace años. La energía más limpia es aquella que no se consume, y "la más barata" que añaden algunos. La compañía energética ha llegado a desarrollar una Familia Blue para concienciar a los hogares y acciones interesantes como el concurso Efiquest.
Y Earh Hour de WWF pretende concienciar más a los ciudadanos de que cada gesto cuenta. Every little helps, que dice desde hace tiempo la cadena de supermercados TESCO, también sumada a "La Hora del Planeta". TESCO propone en su página disfrutar de una comida con velas, como las que repartirá Telefónica en España, o contar historias de miedo para pasar la hora a oscuras.
Este esfuerzo global es una llamada simbólica al ahorro energético ya que por sí mismo no arrojará una gran cifra de ahorro mundial. El parón de la demanda del consumo disminuirá la actividad de los centros de generación de energía que, cuando termine "La Hora del Planeta", tendrán que utilizar mucha más energía para satisfacer el pico que se producirá "al volver a la luz".
No es vivir a oscuras. Se trata de usar racionalmente la energía. Seguro que si tuviera el precio fijado en el BOE como la gasolina la gente valoraría más la luz. El consumo responsable de energía debe ser algo obligado y continuo, no una hora al año. El cambio de las antiguas bombillas incandescentes por otras de bajo consumo, regular bien la temperatura en el hogar, mantener limpia la nevera y evitar la escarcha... son pequeños gestos que cuentan y sirven para luchar contra el cambio climático. Aunque todavía queda alguno por ahí que duda si existe... como el presidente de turno de la Unión Europea, destronado recientemente de su gobierno nacional, sin duda una persona que le gusta hacer amigos.
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