Viaje a Hiroshima: 67 años después
Hoy se cumplen 67 años del lanzamiento de la bomba atómica por Estados Unidos en la ciudad de Hiroshima a bordo del famoso 'Enola Gay'. Eran las ocho y cuarto de la mañana del 6 de agosto de 1945. Poco después se contaban 140.000 muertos, de una población de 350.000, y miles de heridos por los efectos del uranio y las quemaduras. Por no hablar de los supervivientes que durante décadas sufren sus consecuencias. Tres días después sería el turno de Nagasaki.
Así estaba el Parque de la Paz, hace tres meses, en mayo. El punto exacto donde cayó la bomba, la A-Bomb a escasos metros del suelo, para provocar un mayor daño y dejando una ciudad completamente arrasada y destruida:
Sólo permaneció en pie el edificio de la prefectura de Hiroshima, construido con motivo de una exposición comercial de 1915. Después de mucho debate sobre si derruirlo o convervarlo, desde 1967 es Patrimonio Mundial de la Humanidad:
¿Por qué Hiroshima? Era una ciudad con un puerto comercial que tenía mucho movimiento e interesaba paralizar su economía. Desde aquí salían barcos hacia la URSS. No había campos de prisioneros de los aliados. El plan de Harry Truman, presidente de Estados Unidos, era arrojarla sobre el puente, pero se desvió un poco y, cayó sobre lo que hoy es el parque de la memoria:
Los origamis llenan el parque como recuerdo a Sadako Sasaki. Era una niña de dos años que vivía junto al puente. Creció de forma sana hasta 1955, año en que le fue diagnosticada leucemia. Una amiga le sugirió una tradición japonesa: realizar mil origamis para cumplir el deseo de curarse. Poco después falleció con doce años.
Se ponía punto final a la Segunda Guerra Mundial y Japón se rendía a los americanos y aliados. Se cumplen 67 años en pleno (e interminable) debate sobre el uso de la energía atómica, después del desastre de Fukushima y con las manifestaciones de los japoneses pidiendo al gobierno de Noda un parón total de la nuclear. Ayer, un nieto de Truman, Clifton Truman Daniel (55 años), visitó este parque y se reunió, entre otros, con Masahiro Sasaki (71 años) hermano de Sadako. ¿Qué se le pasaría por la cabeza? Es de suponer que arrepentimiento y culpa familiar, como poco.
La visita al Museo de la Paz de Hiroshima es más que recomendable. Tan dura como emotiva. Varios voluntarios explican el actual desarrollo de cabezas nucleares, algo que todos los alcaldes de Hiroshima han pedido su paralización desde 1945. Se pueden ver los efectos de la radiación y la onda expansiva. Edificios deformados. Uniformes de niños que iban al colegio esa mañana. El tiempo detenido y quemado a las 8:15 am.
Si te pilla algo lejos este museo siempre puedes hacer la visita virtual a través de su página web.
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