Viaje a la Gran Barrera de Coral: Isla de Hamilton
De Brisbane damos un salto hasta Hamilton Island. Destino de cualquier viaje de novios en Australia que se precie. Una diminuta isla en mitad de la Gran Barrera de Coral donde están prohibidos los coches desde hace unos años, a excepción de los servicios de hotel, y sólo circulan cochecitos eléctricos como en los campos de golf. De todas formas, en quince o veinte minutos puedes recorrer el "centro" de la isla sin necesidad de desplazarte en un cochecito de estos.
Parece que vas a aterrizar en el agua y contienes la respiración. Virgin Airways vuela hasta aquí desde Brisbane por un precio asequible. No tanto el alojamiento en la isla. Los hoteles son escasos y ya se sabe qué ocurre a menor oferta. Una opción es dormir en Airlie Beach, en Australia continental, y trasladarse en un barco de línea regular. Muchas personas que trabajan en Hamilton viven en Airlie y utilizan este medio de transporte.
La isla de Hamilton es la mayor del archipiélago Whitsunday. Su aislamiento es palpable cuando entras en el supermercado frente al puerto. Los precios se disparan como en la mayor época de escasez. El correo se recibe una vez a la semana. Al final del paseo hay un fish&chips con familias y niños. Póngame una cerveza australiana, una Pure Blonde.
Como idea para exprimir al máximo las 24 horas que estoy en Hamilton, se me ocurre levantarme a las 5 de la mañana, con el alba, para disfrutar de un baño en el Mar del Coral. Pero a la Luna esa noche se le había ocurrido apartar la marea hasta la isla de enfrente. Todo es arena. Siempre nos queda la piscina.
En barco debes visitar Whitehaven Beach. Se puede llegar desde Airlie y Hamilton. Ni se te ocurra llevarte recuerdos del coral porque puedes tener problemas al salir del país. Aquí han rodado anuncios la aerolínea Qantas y alguna película como Fools' Gold, con Mathew McConaughey, Kate Hudson y Donald Sutherland, donde buscaban oro como locos en la arena de esta playa.
Esta arena es especial porque es de sílica. Muy fina y muy fría, no retiene los rayos de sol. Este mineral es utilizado para sacar brillo a las joyas. La guía habla de una mujer que perdió un anillo muy caro por hacer la demostración. Como no llevo joyas, otra alternativa es cepillarse los dientes con la arena. Además todo lo traga. Las corrientes moldean esta playa caprichosamente.
Hay excursiones de buceo con bombona, o esnórquel, con gafas y tubo si te da respeto bajar a más profundidad, a la Gran Barrera de Coral desde la isla de Hamilton y otros pueblos como Cairns. Naturalmente, éste es el reclamo turístico de la zona. Empresas como Silverswift te llevan mar adentro a contemplar de cerca las formaciones de coral. Una vez hice esnórquel en Cayo Blanco (Cuba) y ni comparación con Australia. Mucho mejor en Australia. Aunque aquí se notan los efectos de la sobreexplotación turística y hay corales muertos. Otros resisten el envite de mareas y visitantes. Puedes nadar junto a una tortuga emulando a Nemo. Si aparece un pez grande y cabezón no te asustes, es el pez Napoleón y es muy tranquilo. Al desplazarte debes levantar bien los pies para no tocar el coral con las aletas.
En la próxima parada seguiremos en Queensland; pero un poco más hacia el Ecuador. Pese a que este viaje lo hago en agosto de 2011, al final del invierno, casi primavera, la humedad del clima tropical empieza a sentirse.
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