miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un chaval de 102 años


Óscar Niemeyer

Predijo el fin del racionalismo por aburrimiento. Le despidió al inventar la curva, la sinuosidad. En hormigón. Óscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907) creía que así se hacía menos daño a la naturaleza, creando formas curvas, como las de las mujeres brasileñas. Su idea era acariciar las montañas sin molestarlas con serias líneas rectas. Por eso, y pensando a Sartre, se pregunta cómo sería el planeta sin los hombres.



Auditorio del Parque Ibirapuera, en São Paulo, Brasil


Este "chaval de casi 102 años" tiene proyectos por todo el mundo y nunca ha parado de trabajar. Puedes ver más sobre su vida en "La vida es un soplo", una muestra que la Fundación Telefónica expone en Madrid hasta el 22 de noviembre. Desde maquetas, dibujos, libros de apuntes y hasta un sofá y una escultura. La exposición celebra sin duda su longevidad con un repaso cronológico a su carrera.

Durante la visita, uno descubre que el edificio de Naciones Unidas, en Nueva York, fue un diseño suyo, algo retocado después por el tosco de Le Corbusier. De ideas comunistas, llegó a diseñar la sede en París para el partido. Si le pedimos dos pintores dirá que Matisse y Picasso. Su idea de la felicidad terrenal es la solidaridad. ¿Un poeta? Baudelaire.

El genio del internacional Niemeyer tiene por primera vez en España una obra: el Centro Cultural Internacional de Óscar Niemeyer, en Avilés (Asturias), visitado, por separado, por Brad Pitt y Alejandro Amenábar. Y, al parecer, cuenta con una buena oficina de prensa apuntada al posicionamiento social: Facebook, Twitter y YouTube.

Mira cómo explica el proyecto en Asturias, con final de construcción previsto en 2010:


Mirando al mar... soñé desde el Museo de Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Niterói, en Río de Janeiro:

También soñé que entraba en el teatro de Río de Janerio:

De pequeño, Óscar Niemeyer hacía dibujos en el aire, cuenta en el vídeo proyectado. Ahora sigue dibujando. Todo proyecto antes pasa por esos trazos negros en papel. Lápices que uno observa ensimismado cómo se deslizan sobre el blanco. Todo fluye rápidamente. Retoca. Borra. Repasa...



"Antes de sir Norman Foster o Zaha Hadid, estaba Óscar Niemeyer", dice El Diario Montañés.



Vista de Copacabana desde su escritorio.

No hay comentarios: