Urbanismo y protestas en Estambul
Estos días vemos protestas en Turquía de población descontenta con un gobierno, presidido por Recep Tayyip Erdoğan, cuyo partido, Justicia y Desarrollo, ha ido ido dando tintes islámicos al país y perpetuándose en el poder desde 2002. La mecha prendió a raíz de un centro comercial que pretenden levantar en el parque Gezi. En la marea de enlaces compartidos en Twitter he descubierto este documental de İmre Azem, Ekümenópolis, estrenado en 2012, que cuenta el desarrollo urbano de Estambul. (Si no salen los subtítulos en inglés debes activarlos en un recuadro de la esquina inferior derecha)Podía ser otro país porque las políticas urbanas que cuentan los 93 minutos se han visto en otras ciudades. Recalificaciones de terreno, expropiaciones, derribo de chabolas... A Estambul, capital de de imperios, desde Bizancio a los otomanos, llegó el francés Henri Prost (1874-1959) con su "master plan" que dio forma a la ciudad de 1936 a 1951. Eran los años de la emigración del campo a la ciudad.
Las protestas muestran imágenes del gran padre fundador de la patria turca, Atartürk, que unió al país en 1923 bajo la bandera del laicismo y la educación. Algo que quieren recuperar los turcos ante la deriva y la fuerza policial del gobierno.
En los años 70 llega el neoliberalismo unido a las privatizaciones de empresas estatales y la creación de burbujas con la especulación del suelo. Se constituye TOKI, la empresa municipal encargada de explotar el suelo y construir barrios. El documental cuenta cómo los trabajadores, la clase obrera, son trasladados a islas de pobreza periféricas. Son desalojados de sus viviendas y recolocados en idénticos suburbios de cemento. El periódico islamista Zaman, cercano al gobierno, alababa así su función en 2007. ¡Todo eran beneficios!
Gentrificación en Estambul
En la ciudad se construyen centros comerciales, centros financieros, autopistas... Mientras la gente es expulsada al extrarradio porque no pueden costearse el nuevo nivel de vida. Gentrificación lo llaman también. Lo mismo ha ocurrido en Hangzhou (China), Liyari (Pakistán) y en los barrios de Estambul: Başıbüyük, Sulukule y Ayazma. El vídeo sigue precisamente la historia de una familia desalojada en agosto de 2008 de Ayazma que ha levantado una y otra vez la tienda donde vive. Son las "shantytowns", ciudades de chabolas. TOKI les invita a vivir de alquiler en los nuevos bloques pero no pueden permitirse el precio de pagar un piso en esas "renovaciones urbanas". Estas construcciones se convierten en ciudades fantasma llenas de casas vacías. Sin servicios ni red de transporte. ¿Te suena Seseña? En este blog hace tiempo hablé de China. Pero también tenemos ciudades fantasma china en Angola como es el caso de Kilamba. El caso de Estambul no es único.
Una experta urbanista se pregunta en Ekümenopolis: "¿Y si ponemos un hotel en Central Park? La ciudad necesita respirar y espacios verdes". Parecía visionaria ahora que los turcos protestan por la construcción del centro comercial en el parque de Gezi y, por extensión, contra la política del gobierno que ha restringido la venta de alcohol en su intento de reislamizar el país. Recordemos que ha prohibido a las azafatas de la aerolínea nacional, Turkish Airlines, usar pintalabios rojo.
El vídeo recoge también la construcción del tercer puente que cruzará el estrecho del Bósforo. Hace unos días han colocado los primeros cimientos. El problema no es el puente, sino las autopistas que lo conectan y su impacto ambiental. Ya junto al segundo puente surgieron distritos como Sultanbeyli. Apenas hay transporte público, tan sólo 16 kilómetros de red de metro. La red de autobuses es algo precaria. Y, a mayor número de carreteras se producen mayores atascos. Estudios de la Universidad de Berkeley ya lo comprobaron en los años 70. En 2009 hubo un millón de accidentes de coches en Turquía en los que fallecieron 4.300 personas y 200.000 resultaron heridas.
Foto del segundo puente sobre el Bósforo:
Foto del segundo puente sobre el Bósforo:
La producción en masa de edificios de viviendas sociales no es nuevo. Ya desde la Segunda Guerra Mundial se levantaban aislados lejos de los centros de trabajo y se relocalizaba a la gente. Estas barriadas periféricas aumentan la brecha social. No hay red poblacional y cada vez hay más diferencias económicas. ¿Se acuerdan de las protestas en las banlieue (afueras) de París en 2005? Los huecos del estado de bienestar, cada vez más difuso, provocan brotes de violencia como los de Estocolmo en 2013. Bienvenidos al siglo XXI. ¿Para quién construimos las ciudades?
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